Creo que debo alguna excusa por no haber actualizado el blog desde última hora del jueves. La razón principal es que el pasado viernes tuve la ocasión de visitar la 'gran' Expo de Zaragoza 2008 y el cansancio derivado de la jornada se juntó con el del sábado de limpieza, domingo de cierre en el periódico con partido de selección en el paquete de tareas, lunes de jornada partida... Total, que estaba una hecha unos zorros.
Pero dejemos las penas y centrémonos en la Expo. Como todo acontecimiento hay razones para acudir y razones para quedarse en casita u optar por un plan alternativo... y no sé por dónde empezar. Quizás mejor por lo menos bueno y así rematamos el post de forma positiva. Miren ustedes, a la Expo hay que ir dentro de un mes por aquello de que las cosas funcionen y tal. Resulta que por el momento hay conciertos que se suspenden por problemas técnicos, actividades interactivas que no funcionan en diversos pabellones y, lo más grande, es que por el momento no se pueden utilizar las tarjetas de crédito. Espero que en el momento que estoy escribiendo esto ya se haya solucionado, pero con los precios que hay en el recinto, si la cosa sigue así, hay que llevar muchos billetitos para poder sobrevivir una jornada expositiva.
Y hablando de expositiva, Zaragoza es la ciudad del viento, cierto, pero el Sol pega que no veas y hay poca zona de sombra. Así que procure el visitante hacerse con una gorrita blanca, y llévesela de casa porque el precio de dicho producto con el logo de la Expo asciende a ocho eurazos, y mucha mucha crema solar. Tenga en cuenta que las mejores atracciones cuentan también con las 'mejores' colas. Y esperar con la solana y sin un cachito de sombra donde proteger la testa puede dar más de un disgusto. Por terminar con lo menos bueno.: los precios. Siento decir que sería conveniente ir a la Expo invitado (que ha sido mi caso, gracias a Dios) porque me parece una auténtica exageración lo que hay que pagar allí por comer y beber, aunque sean guarrerías.
Pero bueno, también se puede decir un día es un día porque la Expo de Zaragoza tiene cosas realmente interesantes. Así que vamos con lo positivo.
Si tengo que elegir lo mejor, me quedo con el acuario. Por dentro y por fuera. Por dentro alberga la selección de especies fluviales más grande de toda Europa, el recorrido es de 40 minutos, y a mí que me encantan los bichitos de agua (sobre todo los reptantes) pues disfruté como una niña pequeña. Además, no es una sucesión de peceras, porque a lo largo del recorrido se pasa por distintos ambientes y paisajes según el ser que vayamos a contemplar. Por fuera, el acuario está rodeado de una 'charquita' que cuando no miran los voluntarios que vigilan las instalaciones pues se puede meter los pies... Por otra parte, en la parte posterior del edificio, sólamente arrimarse a las cascadas relaja y refresca. Un buen lugar para descansar. Afortunadamente, el acuario se quedará para la posteridad. Gran acierto.
En cuanto a los pabellones de temática nacional, pues la mayoría son una especie de mercadillo, y mercadillo caro. Pero en algunos se puede pasar muy buenos ratos: el francés, el español y el dedicado a Aragón fueron mis favoritos. No hay que perderse tampoco el japonés y el alemán. En general no son grandes, por ello se pueden visitar casi todos en un día.
Durante la visita, es probable que se encuentre con el paso de alguna cabalgata con miembros del Circo del Sol: absolutamente fantástico. Y otros emplazamientos interesantes son la atracción de aguas turbulentas, donde se simulan los tsunamis y huracanes (imagínense las colas para entrar) y en el exterior se puede hacer rafting (yo no lo probé, ni ganas, ya tuve bastante con montarme en el teleférico).
Desde el punto de vista arquitectónico, tanto el puente cubierto como la torre de agua, que también quedarán para los restos en Zaragoza, son dos elementos muy interesantes y dignos de admiración. Y luego hay un señor muy grande hecho de letras y en posición fetal cuyas fotos en perspectiva quedan curiosas...
En fin, que esto de las exposiciones (internacional, en este caso) está muy bien y si se puede no hay que perdérselas. Eso sí, tal y como están las cosas, hay que mirar el dinerito que el bolsillo es lo que más nos escuece. Felicidades, no obstante, a los organizadores, a los que sólo daría un tirón de orejas porque a la inauguración habría que haber llegado con todos los deberes hechos. Pero qué le vamos a hacer, estamos en España.
5 comentarios:
Después de leer tu post es cierto que entra el gusanillo de visitar Expo Zaragoza este verano.
Enhorabuena por tu blog, ya tienes una lectora fiel
Oleeeee, esa rumbera. Qué alegría tenerte por aquí. Seguro que nos veremos prontito que viene el que te bautizó así, jajaja. Un besazo enorme y gracias por acompañarme en este espacio.
Si andará la cosa chunga, que han tenido que montar un espectáculo snuff de funambulistas pa aderezarlo...
Después de lo leído me fijaré en lo que has dixo porque voy dentro de unos días. No obstante espero k el calor no me haga pasar estragos.
Buen blog
Muchas gracias caballero, suerte en la expo y ya sabe, la gorra hay que llevarla desde casa. Un abrazo
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