lunes, 30 de junio de 2008

Ayer vimos la 'colita' de Cesc

Una selección de fútbol con su respectivo seleccionador nos han callado la boca a media España. Y el que diga lo contrario miente. Sólo hay que ver la cara de susto que se nos puso cuando sabíamos que teníamos a Italia delante para pasar de cuartos. Una Rusia en semifinales... bueno, ya la habíamos arrollado en la primera fase. Pero con Alemania delante, puff, quién se lo iba a imaginar. Muy pocos daban en el fondo, muy en el fondo, un duro por estos chicos. Yo la primera, cosas de las estadísticas y reminiscencias históricas. Pero a mí me encanta que me callen la boca si es por cosas buenas y emocionantes como la de anoche. ¡¡¡Una Eurocopa!!! Y con un juego precioso, sin estrellitas que te solucionen el partido con un patadón. Una gran alegría, sí señor.

Y otra la que nos llevamos algunos que seguimos pegados a la tele de los Polanco, Cuatro, después del triunfo. Porque en un momento de euforia, antes de pasar por la ducha, los jugadores salieron de vestuarios en calzoncillos o con una peligrosa toalla a punto de deslizarse hasta el suelo sin nada que tapase las partes nobles de los chavales... Venga champán o cava (lo que fuera), venga saltitos, venga juerza y ¡zas!: la colita de Cesc Fábregas al descubierto. En casa me partí de la risa. Fue un momento muy simpático.

Por cierto, espero, ruego, solicito... que el próximo evento deportivo de estas características lo retransmita la cadena de televisión que mejor sepa y no que mejor pague. No digo más.

En una final como esta, el estatus de los Príncipes se quedaba corto, y asistieron los Reyes en persona de nuevo. Para mí, inocente que soy, que el Monarca y consorte así como sus herederos tienen ensayado esto de las celebraciones de los goles porque Doña Sofía se avalanzaba de un modo muy similar a Don Juan Carlos para darle los dos besos por gol protocolarios al igual que lo hacían en semifinales Don Felipe y Doña Letizia. Ambos varones pasaron olímpicamente de los besitos y daban rienda suelta a la alegría como cualquier otro y quedaron a sus esposas bastante mal. Claro que la Reina quedaba mal, de todas formas, porque su desinterés era indisimulable.

Más interesada se encontraba la Infanta Elena, que esta vez no lloró, pero se hinchó a hacer fotos con su cámara digital particular. Sobre todo cuando observaba la espalda de Iker Casillas subido en aquel púlpito levantando la copa, la Eurocopa. Una perspectiva privilegiada la de la Infanta.

También fue Zapatero pese a los foros que pedían al Cielo que ni asomara sus cejas circunflejas por el estadio vienés, que daba mala suerte y tal. Luego por la mañana delante de su homólogo danés declaraba con toda la cara del mundo: "Yo me considero un hombre que ha tenido mucha suerte en la vida". Pues sí, presidente, tiene usted toda la razón.

Entre otras caras conocidas, allí se encontraron Plácido Domingo y Fernando Alonso. Al de los 'cars' hasta le invitaron los de Cuatro a que felicitara vía pinganillo a algún jugador de la selección. Por supuesto el pinganillo no funcionaba y nos quedamos sin averiguar si por esto sí se emociona. No importa, de todas formas ya tenemos Alonso hasta en la sopa entre publicidad y el calvo de Telecinco. Eso sí, lo más grande fue al presidente de la Federación, Villar, cabreado como un mono cuando le preguntaban: ¿Entonces qué, qué hacemos con Aragonés?. "¿Me vas a dejar disfrutar?", contestó. Caray, qué carácter.

Pues eso, que me lo pasé muy bien. Salvo la nochecita que me ha dado la mocedad de la calle con sus cánticos, acelerones y pitidos, que no me ha dejado dormir. Así que me voy zombi a trabajar... pero para eso no hace falta que la selección española gane la Eurocopa, para qué nos vamos a engañar.

viernes, 27 de junio de 2008

¡¡¡España, España, España!!!

Qué grande, señores, qué partido más grande. Confieso que era una de las más escépticas del mundo como para pensar que la selección del fútbol española pudiera pasar ni tan siquiera de cuartos en la Eurocopa, como siempre. Pero después de haber visto el partido de semifinales de ayer, hasta empiezo a creer que se puede ganar el copazo.

No es que sea excesivamente forofa del fútbol, pero hablando en plan abuelo cebolleta, la verdad es que la ilusión de estos chicos engancha. Y me alegro de que Aragonés (un asesor de imagen, por favor) haya pasado por completo de traer a jugadores resabiados. La frescura de esta selección va camino del triunfo.

Por cierto, la celebración de los goles (tres golazos, Dios mío) por parte de los Príncipes de Asturias clamaba al cielo. Un besete, hombre, que no pasa nada. Se tenían que haber fijado en la vice De la Vega, que saltaba como un resorte como el resto de aficionados. Con tanto VIP en el palco, los partidos de la selección van camino de convertirse en los del Real Madrid, cuya zona de 'elegidos' y el derivado compadreo proporciona un ambiente exquisito para cerrar negocios. En el caso de la selección, pues que se junten los miembros del Gobierno, del Tribunal Constitucional y los grandes empresarios y ya tenemos hecho el 'plan de ruta' a medida diga lo que diga la ciudadanía.

Por lo demás y por mucha resaca eurocpera, el IPC sigue subiendo, la izquierda abertzale dará un empujoncito a la referéndum de Ibarretxe para seguir jodiendo y, lo más importante del día, se casa Belén Esteban... y con vestido de novia y todo, que trabajo le ha costado a la pobre. ¡Qué país!

miércoles, 25 de junio de 2008

El gran día

Hoy, 25 de junio de 2008, es el gran día. Me he levantado emocinada, ni siquiera sabía que ponerme. He quedado con unos señores de uniforme y eso siempre impone. Finalmente he optado por ir cómoda, ya que tampoco es cuestión de apabullar. Antes de salir de casa comprobé que llevaba todo lo necesario, porque una cita así tarda en repetirse y sería espantoso tener que anularla.


Qué emoción, Dios mío. Un millón de llamadas telefónicas infructuosas, peticiones por Internet y, tras una ardua lucha me concedieron la cita. Una cita que ya es hoy, que ya ha llegado y ahora no importan los cinco meses de espera.


Parto hacia mi destino. Hace calor, pero no importa, yo sólo siento impaciencia a la par que un eterno agradecimiento a la máquina que me concedió la dicha de poder asistir a este evento que se repite sistemáticamente una vez por cada lustro. Llego a un edificio azul y blanco. Hay cola. Bueno. qué más da, como mucho será una hora que nada es comparado con el tiempo que he aguardado para este momento.

"Ana Victoria ...", me llaman. "Sí", contesto. Me siento delante del que yo intuía uniformado. Pero no, lleva una camiseta gastada de Led Zeppeling. Es más joven que yo y está más más pendiente del cuadrante de sus vacaciones que de darme el servicio que requiero. ¡No pasa nada, lo importante es que estoy aquí!


Le entrego con gran satisfacción una fotografía, luego el padrón, firmo un papelito, pago 6,80 euros, me toma las huellas, primero el índice derecho, segundo el índice izquierdo... Ya está, ése es, sale de la máquina. ¡Está ahí! ¡Por fin! ¡¡¡POR FIIIINNNN!!!


¡¡¡HE RENOVADO EL DNI!!!

martes, 24 de junio de 2008

Recomendaciones para la Expo de Zaragoza





Creo que debo alguna excusa por no haber actualizado el blog desde última hora del jueves. La razón principal es que el pasado viernes tuve la ocasión de visitar la 'gran' Expo de Zaragoza 2008 y el cansancio derivado de la jornada se juntó con el del sábado de limpieza, domingo de cierre en el periódico con partido de selección en el paquete de tareas, lunes de jornada partida... Total, que estaba una hecha unos zorros.



Pero dejemos las penas y centrémonos en la Expo. Como todo acontecimiento hay razones para acudir y razones para quedarse en casita u optar por un plan alternativo... y no sé por dónde empezar. Quizás mejor por lo menos bueno y así rematamos el post de forma positiva. Miren ustedes, a la Expo hay que ir dentro de un mes por aquello de que las cosas funcionen y tal. Resulta que por el momento hay conciertos que se suspenden por problemas técnicos, actividades interactivas que no funcionan en diversos pabellones y, lo más grande, es que por el momento no se pueden utilizar las tarjetas de crédito. Espero que en el momento que estoy escribiendo esto ya se haya solucionado, pero con los precios que hay en el recinto, si la cosa sigue así, hay que llevar muchos billetitos para poder sobrevivir una jornada expositiva.


Y hablando de expositiva, Zaragoza es la ciudad del viento, cierto, pero el Sol pega que no veas y hay poca zona de sombra. Así que procure el visitante hacerse con una gorrita blanca, y llévesela de casa porque el precio de dicho producto con el logo de la Expo asciende a ocho eurazos, y mucha mucha crema solar. Tenga en cuenta que las mejores atracciones cuentan también con las 'mejores' colas. Y esperar con la solana y sin un cachito de sombra donde proteger la testa puede dar más de un disgusto. Por terminar con lo menos bueno.: los precios. Siento decir que sería conveniente ir a la Expo invitado (que ha sido mi caso, gracias a Dios) porque me parece una auténtica exageración lo que hay que pagar allí por comer y beber, aunque sean guarrerías.


Pero bueno, también se puede decir un día es un día porque la Expo de Zaragoza tiene cosas realmente interesantes. Así que vamos con lo positivo.



Si tengo que elegir lo mejor, me quedo con el acuario. Por dentro y por fuera. Por dentro alberga la selección de especies fluviales más grande de toda Europa, el recorrido es de 40 minutos, y a mí que me encantan los bichitos de agua (sobre todo los reptantes) pues disfruté como una niña pequeña. Además, no es una sucesión de peceras, porque a lo largo del recorrido se pasa por distintos ambientes y paisajes según el ser que vayamos a contemplar. Por fuera, el acuario está rodeado de una 'charquita' que cuando no miran los voluntarios que vigilan las instalaciones pues se puede meter los pies... Por otra parte, en la parte posterior del edificio, sólamente arrimarse a las cascadas relaja y refresca. Un buen lugar para descansar. Afortunadamente, el acuario se quedará para la posteridad. Gran acierto.



En cuanto a los pabellones de temática nacional, pues la mayoría son una especie de mercadillo, y mercadillo caro. Pero en algunos se puede pasar muy buenos ratos: el francés, el español y el dedicado a Aragón fueron mis favoritos. No hay que perderse tampoco el japonés y el alemán. En general no son grandes, por ello se pueden visitar casi todos en un día.




Durante la visita, es probable que se encuentre con el paso de alguna cabalgata con miembros del Circo del Sol: absolutamente fantástico. Y otros emplazamientos interesantes son la atracción de aguas turbulentas, donde se simulan los tsunamis y huracanes (imagínense las colas para entrar) y en el exterior se puede hacer rafting (yo no lo probé, ni ganas, ya tuve bastante con montarme en el teleférico).



Desde el punto de vista arquitectónico, tanto el puente cubierto como la torre de agua, que también quedarán para los restos en Zaragoza, son dos elementos muy interesantes y dignos de admiración. Y luego hay un señor muy grande hecho de letras y en posición fetal cuyas fotos en perspectiva quedan curiosas...


En fin, que esto de las exposiciones (internacional, en este caso) está muy bien y si se puede no hay que perdérselas. Eso sí, tal y como están las cosas, hay que mirar el dinerito que el bolsillo es lo que más nos escuece. Felicidades, no obstante, a los organizadores, a los que sólo daría un tirón de orejas porque a la inauguración habría que haber llegado con todos los deberes hechos. Pero qué le vamos a hacer, estamos en España.

jueves, 19 de junio de 2008

El luto de Mostar

Hoy han fallecido dos militares españoles en un accidente de helicóptero en Bosnia junto a otros dos compañeros alemanes. Muertes y nombres que seguirán llenando las dos placas conmemorativas en Mostar: una en la base militar y otra en la plaza de España. Allí siempre hay alguna corona marchita que se deposita de cuando en cuando asiste una autoridad. Esta plaza se encuentra en unos de los extremos de la calle conocida como el Bulevar, al pie del viejo edificio de los francotiradores. Era la frontera entre musulmanes y croatas en los últimos años de la guerra de los Balcanes (cuando los serbios estaban prácticamente fuera de juego en este lugar) y aún sigue siendo siendo tierra de nadie... y aún da escalofríos pasear por la zona.

Se trataba de un sargento y un teniente. Lo cual me tranquiliza un poco y les voy a explicar por qué. Más que nada porque intuyo que supieran un poquito lo que estaban haciendo y a qué se arriesgaban... o, al menos, déjenme pensarlo. Nadie lo quiere admitir, es, digamos, políticamente incorrecto hablar de la muerte, pero cuando firmas un contrato con las Fuerzas Armadas te estás comprometiendo a dar la vida por tu país o por lo que se comprometa tu país. Las Fuerzas Armadas están dirigidas por el poder civil a través de un Ministerio de Defensa. Antes, se decía que era el Ministerio de la Guerra pero eso ahora queda fatal. Y tengo la sospecha de que muy pronto lo van a llamar Ministerio de la Paz por aquello de la moda de los ONGércitos.

En las Fuerzas Armadas se enseña a evitar que te maten y a matar cuando te lo ordenen... y punto. Y luego se tienden puentes y se ayuda a reconstruir hospitales, pero esa no es la labor de los ejércitos. El dolor es el mismo, pero seguro que quien mejor les comprendieran asumirán con mayor resignación su desaparición. Más me escandalizaría que fueran soldados rasos, por el percal que he conocido y saber cómo funcionan. Estas misiones están bien pagadas, sobre todo teniendo en cuenta la porquería de sueldo de nuestros soldados, y muchos jóvenes que carecen de preparación (quiero pensar que sólo psicológica) se van envalentonados por llenar de ceritos la cuenta corriente. No creo que ninguno de ellos vuelva siendo el mismo, ni siquiera cuando han sido destinados en misiones tranquilas como es hoy la de Bosnia y Herzegovina.

Esta vez ha sido un accidente. A saber las condiciones del helicóptero. Como las del BMR que se cargó a otro soldado de la base española del Líbano hace unos días. Es asumible morir por un accidente (tomando la literalidad del término) o por un ataque. Gajes del oficio que se dice. Pero perder la vida por falta de presupuesto o exceso de desidia clama al cielo.

Mi más sincero pésame a las familias y un gran abrazo. Una servidora es una apasionada del mundo de la Defensa y admiro la carrera militar. Por eso también siendo orgullo de aquellas personas que se prestan a las misiones, siempre que sean conscientes de qué significan dichas misiones, incluso cuando no estoy de acuerdo con ellas.

Primer post, primer gazapo

Sería la emoción, serían las prisas pero ayer les conté a ustedes una mentira. Eso sí, sin querer. En una romántica velada de cierre, esas que la profesión periodística te brinda de vez en cuando para que las compañías cosméticas vendan más potingues que disimulen las ojeras, estaba yo promocionando Camino de la Memoria a una compañera (que adoro, por cierto) cuando después de visitar esta humilde bitácora me espetó: ¡¡¡Pero Ana, que La Más Grande era de Chipiona, no de Estepona!!!

"¡¡¡Aaaayyy qué horror!!!", respondí, en cuanto pueda lo cambio. Y ese cuanto pueda es ahora mismo que les mando mi más sinceras disculpas porque efectivamente Rocío Jurado y su Virgencita de Regla son de Chipiona y olé.

Por cierto, muchísimas gracias a todos los que se animaron a comentar y a todos los que tras ponerme realmente pesada me acompañaron en la inauguración del blog... Es que me hacía muchísima ilusión, señores. Cómo se nota los que más me conocen puesto que los pseudónimos utilizados hacen referencia a dos de mis personajes favoritos: Millán Salcedo y la Bruja Avería. Os quiero muchísimo.


Como dicen en PRnoticias: Seguiremos informando...

miércoles, 18 de junio de 2008

Habemus blog

Probando, probando, un, dos, tres.

Primera entrada en este día de junio soleado, por el momento, y con prisas, como siempre. Estreno con ilusión esta bitácora que espero no abandone pronto y en la que me acompañe mucha gente. Al menos, los amigos 'de beso' que decía una de mis profesoras de Literatura. Los precedentes en cuestión de abandono no son buenos, ya que siendo niña empecé numerosos diarios en los cuales sólo se relataron no más de quince días. Mi hermana menor, por el contrario, sorprendióme y dióme una lección de perseverancia escribiendo diariamente sus vivencias durante varios años...

Eso nos sirvió, entre otras cosas, para saber el día exacto de muchos acontecimientos familiares como, por ejemplo, en qué momento de diciembre había que armar el Belén (literalmente) que ella exigía puntualmente apoyándose en el documento que acreditaba la fecha en la que se hizo el año anterior. No obstante, con aquello de la vanidad que genera el hecho de que mucha gente pudiera leer algo que has escrito y que es tan personal, aleja de mí los malos pensamientos de dejadez.

Hoy en España, nos hemos levantado con los periódicos cargados de corruptela. Y no me refiero a la que hay dentro de los propios periódicos, televisiones, radios... que tela marinera. Sino el caso de Estepona. Una localidad asociada a la desaparecida Rocío Jurado y a su Virgencita de Regla, y que ahora tiene un Ayuntamiento con gran parte del personal mirando para el calabozo. Bueno, eso sabemos que dura poco, pero el sustito se lo van a llevar.

Hace unos días, uno de los amigos de mi santo varón (gracias por el regalo, loquito) hacía una reflexión acerca de la omnipresencia de piratas de esta calaña en nuestro país: "Yo les admiro, en el sentido de que defraudan auténticas millonadas, les pillan, pasan un año en la cárcel (caso de Juan Antonio Roca), pagan una fianza que supone calderilla con respecto a su fortuna y después a vivir. Ellos sacrifican un año para pasar el resto de sus vidas con cientos de millones de euros y yo estoy sacrificando las tres cuartas partes de mi vida por 30.000 euros al año... y eso el que los gane". Pues no le falta razón al hombre...

Lo que nos diferencia de malayos, esteponos y mafiosos con corbata y bastón de primer edil es la conciencia. Qué gran invento para los poderosos, sobre todo porque terminamos por justificar que ellos no la tengan con el "yo si estuviera en su lugar...".

La esperanza es que paguen por lo que han hecho, que les caiga todo el peso de la ley y demás frases hechas que ya sabemos que no se concluyen en hechos, porque ya nadie se cae del guindo. Lo único que queda por hacer como periodista es informar, como ciudadano indignarse y como padre, el que lo sea, es enseñar si esto está bien, si esto está mal. Si optamos por el sálvese quien pueda o por el imperativo categórico de Kant que nos enseñaron en la escuela: obra de manera que puedas desear que tu actitud sea norma universal. Pero ya no se enseña a Kant en la escuela...