lunes, 14 de julio de 2008

Saturno, desde mi ventana

Ayer, cuando anocheció viví una experiencia maravillosa. Pude ver perfectamente el planeta Saturno desde mi propia ventana. Les explico.


Hace unas semanas, mi santo varón realizó uno de sus numerosos viajes que cambian mis apellidos por el único de 'Rodríguez'. En aquella ocasión fue a Londres donde adquirió por un módico precio un mini ordenador cuyo sistema operativo era Linux. Entre los programas que alberga el 'juguetito' está un planetario mediante el cual, poniendo la ciudad en la que te encuentras, y teniendo en cuenta la hora que es, te muestra lo que puedes ver en el cielo.



A mi santo le entró el gusanillo y empezó a probar con unos prismáticos que rondan por casa. Y con ello ya se podía disfrutar del firmamento. He de aclarar que vivo en un piso muy alto, de un bloque que está en un cerro y frente a un parque, con lo cual las luces de la ciudad no molestan en exceso. Hete aquí que me acordé que en la casa de mis padres aguardaba un telescopio perfectamente embalado de cuando mi hermana se interesó por estos temas durante su tierna infancia. No es la gran maravilla, pero se pueden observar cosas interesantes.



Así que ayer, que era domingo y día de visita de padres, nos acordamos y nos lo trajimos para casa con el permiso de su dueña. Yo no tengo mucha paciencia para esto, y me limité a buscar las cosas más conocidas y fáciles de encontrar. Pero la paciencia a mi santo le sobra y, mientras que yo ya me encontraba vagueando en el sofá, le oigo gritar: !!!Ana, ven, mira lo que he encontrado!!!



Con el máximo de aumento y de precisión, tenía ante mis ojos a Saturno. Una pequeña bolita naranja rodeada de un anillo brillante que se movía muy deprisa a lo largo de la lente. No me lo podía creer. No era una foto, ni un vídeo, lo estaba viendo tal y como era desde mi ventana. Fue muy emocionante, disfruté como una niña pequeña. Les invito a que si les interesan estos temas, no duden en intentarlo. Es una visión espectacular.

2 comentarios:

La Tremolina... dijo...

Yo desde la ventana de mi salón veo la tradición milenaria china. Consistente en la cocina de los que viven en el tercero y su hervidor de arroz indutrial.

Ana Victoria dijo...

Y bien que huele, Tremo, que te invita a comer arroz de por vida.