No obstante, para el resto del orbe ascendí a la categoría de progenitora allá por el 26 de septiembre del presente, después de unos cuantos (muchos) dolores y la sorpresa de que el personaje que me pusieron sobre mi vientre, calentito y berreando con una vitalidad increíble resultó ser una mujercita (no quisimos saber el sexo hasta el final) clavadita a su papá.
Pese a la terrible angustia que nos hicieron pasar durante el embarazo, parte de ella narrada en este cuaderno, la pequeña ha nacido con salud y ya se está enfrentando a los bichitos a través de las vacunas con gran fortaleza.
Es el mayor regalo que me ha dado la vida y no tengo palabras para describir todo lo que estoy sintiendo cada instante desde que nos vimos las caras. Y he de decir mi santo y yo somos unos padres objetivos cuando decimos que es preciosa... de verdad de la buena.
Soy mamá y ya tengo una pequeña familia... pese a la naturalidad del asunto, a mí me resulta increíble.
1 comentario:
Felicidades múltiples. Por la nena, y por volver, so jodía :D
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